EL HIMNO DE HUANCAYO
Harim Meza Rojas
pollodelapromo19@gmail.com
Huancayo,
abril 2018
Todos los pueblos tienen su
cantar, cuyo sentimiento hecho canción sintetiza su sentimiento, su pasado
glorioso, su presente y porvenir: Qosqo, “Valicha”; Tarma, “Picaflor tarmeño”;
la Primera Capital Histórica del Perú, “Jauja”; Ayacucho, “Adiós pueblo de
Ayacucho”; Andahuaylas, “Linda andahuaylina”; Huánuco, San Pedrana: la Tierra
del Mercurio, “Huancavelica” y Huancayo: “Yo soy huancaíno por algo”.El autor
del himno wanka es el maestro Zenobio Dagha Sapaico, el último mohicano de la
zaga de compositores del siglo XX: Juan Bolívar, Tiburcio Mallaupoma, Emilio
Moticha Alanya, Picaflor de los Andes.
“Yo soy huancaíno…”, nació
en una báquica bohemia, entre un grupo de jaujinos pendencieros y el
“wankawalarsh” Zenobio Dagha, quien se batió triunfante en un pico a pico en un
duelo de cervezas, en el afamado rincón “Entra y sal si puedes” de la Plaza de
Jauja, donde acudió Zenobio a contratar músicos rajatablas.- Wanka Zenobio,
acompáñenos y siéntate vamos a brindar. Tres jaujinos de pura cepa, tomaban
caña traída de Monobamba. Entre chascarros, puyazos y hasta ofensas, Zenobio se
había mareado y olía a cañazo. Quería corresponder la amistad con un vaso de
cerveza y demostrar su coraje y orgullo wanka. Se levantó y con amabilidad
convincente dijo:- Déjenme pedir dos cajas de cerveza, como expresión de mi
cariño y amistad hermano shrai, hermanos jaujinos…- No… aquí tu plata no vale
nada, chupa nomás “wanka machcaputu”…- Mozo traéme… uno… dos… tres… cuatro
cajas de cerveza y vamos a tomar al estilo wanka seco como la panka y pico a
pico… Yo carajo, soy huancaíno por algo…De pronto Zenobio empezó a tararear y
nació el huayno que se convertiría en Himno Nacional de Huancayo. Pero no ese
himno que compusieron los huanuqueños y que hoy se entona después del “Somos
libres”, sino el huayno que se canta con verdadero sentimiento y corazón wanka.
Que se inicia y termina al más puro estilo wanka:¡Hermano shay. Amta
limapaj:Mana malkayqitachu, malkami ni. Ni takiqitachu, takimi ni.Maychrupis
kaychrupis… Wanka walarshmi ka.Hermano mío, a ti te hablo, este es mi
mensaje:Yo no digo que tu pueblo es mi pueblo.Ni que tu canto es mi canto.Allá,
aquí o donde sea… Soy un joven de bravía raza wanka.“Yo soy huancaíno…” se fue
fermentando y madurando como la chicha, hasta que fue grabado por el “Picaflor
de los Andes”, con la orquesta “Los Engreídos de Jauja” del maestro acollino
Julio Rosales Huatuco. Desde entonces, el himno se echó a rodar como el cantar
de gesta del pueblo wanka.
Huancayo es proclamado como
"Pueblo" por Don Jerónimo de Silva y dedicado a la Santísima
Trinidad, con el nombre de: "Santísima Trinidad de Huancayo" el 1 de
Junio de 1572.
El templo matriz se
construyó el 18 de Marzo de 1831 en un terreno que donaron los nobles de la
ciudad.
Durante la guerra por la
independencia del Perú ocurrió que el General Antonio Álvarez de Arenales y su
ejército salieron para
Pasco, dejando el Valle del
Mantaro desprotegido.
Un batallón de soldados
patriotas al mando del Mayor José Félix Aldao, volvieron a Huancayo perseguidos
por el ejército realista, en éstas dramáticas circunstancias, los valientes
ciudadanos de Huancayo y del Valle del Mantaro organizaron un ejército equipado
con pocas armas de fuego, muchas lanzas y hondas.
La cantidad de soldados
sumaba alrededor de 5,000 entre nativos Huancas, criollos y mestizos, fue así
que el 29 de Diciembre de 1820 en un
lugar llamado Azapampa se enfrentaron en una desigual batalla, los españoles
estaban fuertemente armados contando además con caballería y artillería.
El resultado fue trágico
para los pobladores huancaynos, se desató una carnicería despiadada, pocos
combatientes patriotas lograron huir.
Por este hecho histórico y
otras duras intervenciones de los pobladores Huancas en la guerra por la
independencia, el gobernador provisorio Torre Tagle le confiere a Huancayo el
título de "Ciudad Incontrastable" (Ciudad que no puede ser conquistada),
el 19 de marzo de 1822.
El General Don Simón Bolívar
llega a éste valle en el mes de agosto de 1824, premia a muchos héroes y brinda
reconocimiento a los mártires patriotas, que por su esfuerzo lograron la
independencia total de los diferentes Estados Sudamericanos, y demanda a los
traidores e inmorales, también expulsa a los frailes jesuitas de Ocopa por
considerarlos según su parecer "realistas obstinados".
El 31 de octubre de 1854,
hace su entrada a éste valle el Mariscal Don Ramón Castilla, venciendo a su opositor
Echenique en una batalla en el cerro de Cullcos (lomo de animal) llamado
después "El Cerrito de la Libertad", en la actualidad el cerrito de
la libertad es un hermoso parque.
Eligió don Ramón Castilla,
la ciudad de Huancayo como sede de su gobierno, desde la cuál decretó: "la abolición de la
esclavitud" el 3 de diciembre de 1854, decreto firmado en la Casa
Histórica, que estuvo ubicada en la esquina de las calles Real y Giraldez, que
aún siendo declarada Monumento Nacional por Ley 12064 fue demolida el año 1967.
Esta ley de abolición de la
esclavitud, fue dada por Castilla antes que Lincoln en Washington.
El 15 de Enero de 1931 según
decreto de Luís M. Sánchez Cerro, Huancayo llegaría a ser Capital de Departamento,
habiéndolo sido anteriormente la ciudad de Cerro de Pasco.
Himno de Huancayo
CORO
A la raza huanca señorial
Elevamos sublime oración
¡Oh Huancayo Real! Tu historia y valor,
Son paradigmas de un nuevo Perú.
ESTROFAS
I
Eres luz, ciudad Incontrastable,
Noble cuna de la libertad
En tu suelo fértil y sagrado
Terminó la vil esclavitud.
En la guerra de la independencia
El indómito huanca luchó.
¡Héroe en la lid!, ¡Fuerte como Sol!
En la Breña lauros esculpió.
II
En el manto alegre de tus ferias
Luces gran riqueza artesanal,
El comercio, el agro y el turismo
Son emporios de valor mundial.
En el orbe tu huaylas se admira,
Cual imagen de peruanidad.
¡Orgulloso estoy!, ¡de tu tradición!
Y en las artes eres la virtud.
III
El Mantaro, "ríos del destino"
Que tus tierras riega con primor,
Es testigo de tu excelsa gloria
Y crisol de fértil amistad.
Los arados burilan tus campos,
Tu paisaje burila un Edén.
¡Con amor y fe, siempre cantaré!
¡Huancaíno soy hasta el final!
Letra: Gumersindo Atencia Ramírez
Música: Arturo Caldas y Caballero
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